16 jul. 2020
Aprender algo básico de la lengua de signos siempre ha sido una asignatura pendiente para mi. Por gusto, por placer, por si algún día tengo que comunicarme con una persona sordomuda, y simplemente para aumentar mi cultura sobre el mundo que me rodea. Pero, como para tantas otras cosas, nunca he hallado el tiempo necesario para ello.